Dia de dias y noches. Dia de intrincados episodios del laberinto urbano lluvioso. Dia de infinita prolongacion y desde el que redacto estas palabras, como si aun me encontrara en el moroso transcurso. Aunque es de noche y no de dia. Aunque la lluvia se haya pausado por un instante. Pero mientras riegue su purificacion y primavera, nos envuelve en un comodo manto de renovacion. Dia de trascender. Y cuando el agotamiento me consuma inevitablemente, espero verme de nuevo entre marcos nublados por los pasillos lugubres del Hospital Neuropsiquiatrico Jose Tiburcio Borda. Que nos seamos tan sinceros y tolerantes como los alienados lo son con todos. Mundo enfermo en el que participamos aqui afuera... y no hace falta evidenciarlo con los rostros demacrados del Subte. Esta noche de este dia prodigioso quiero que nos paralicemos bajo la afusion fecunda de primavera. Con insania. Esa agraciada cualidad tuya.

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