Yo creia, o puede que apenas comenzaba a creer, que tu manera para componer y articular oraciones contenia suficiente fundamento para cualquiera de tus expresiones, y por no decir actos, en las vias de esta misma comunicacion ambigua. Para mi suele verse como una pared helada que se desvanece como la niebla, revelando la nitidez de un fondo ilustrado, como si fuese de alguna escenografia teatral, con ventanas cuadradas y pequeñas de cantina, faroles anaranjados, un perro al que los rulos le cubren los ojos, figuras en ceramica de santos del catolicismo profanados con minuciosidad y por detras de todo una hilera robusta de arboles en pleno cambio de estacion. Pero ademas crei que nunca me encontraria capaz de igualar semejante virtud, aunque analizandolo con detencion; cual es la necesidad que obliga a tal pretencion? Si de nada me sirve igualar, superar o competir, en todo caso. Ahora me contenta, me satisface la decision de tan solo situarme en la contemplacion paralizada (como inducido al trance) de la magnificiencia tuya. Que parece levantarse desnuda como la arquitectura mas bella de contemplar. Asi es como te observo cuando solo quiero observarte. Olvidando el tacto, olvidando el olfato y todos los demas sentidos que interfieren en el desarrollo frenetico de mi asombro. Remedio a la intranquilidad de mi pulso, que no ha dejado de fastidiarme con su manifestacion insistente. Y noto las veces en las que te ocurre lo mismo. Quiza mañana por ejemplo, cuando sean las ocho con tres minutos de la mañana y estes bajando en el ascensor mientras te acomodas el cuello de la camisa y decides desprenderle un boton, te daras cuenta que tu parpado derecho tiembla irremediablemente. No sera aquello lo que te hara perder la concentracion, sino los rombos aceitunados en la pañoleta de una señora que espera a que te retires de su camino. Ocho con cuatro minutos, el temblor se ha pausado y el resplandor solar te devuelve a la conciencia. '¿Donde habre estado?' Te dices sin poder responder.
